¿Cuántos de nosotros no crecimos, desde pequeños, viviendo la experiencia de coleccionar cromos, bien de jugadores de futbol, o chapas con distintas ilustraciones? Es una vivencia que no olvidamos, y que forma parte de una tendencia, la de coleccionar, que tampoco se pierde con los años. Parece como si fuera un instinto humano que nunca desaparece.
Lo mismo se podría decir de las colecciones que se entregaban en los quioscos por fascículos, otra práctica que, igual que los cronos, sigue siendo bastante común. Alrededor de los cromos y de los fascículos, se creaban auténticas comunidades de fans, que compartían y se intercambiaban ejemplares, y establecían una intensa conversación.
Que los fascículos y coleccionables sigan teniendo el éxito que tienen no se explica solo por la eficacia de la estrategia comercial, sino porque es algo que siempre nos ha atraído. La necesidad de tener objetos nos acompaña desde el inicio de los tiempos y podríamos decir que es algo relacionado con la naturaleza del ser humano. Por lo general nos gusta acaparar, juntar, reunir y saber que tenemos una colección única de elementos especiales. De esta oportunidad hablamos en este molde.
Crea colecciones:
Concebir colecciones o “series”, que el usuario se vea interesado en completar, para generar interacción y conversación alrededor de ellas. Aplicar la lógica de los cromos.
El sector de cromos y coleccionables en España, uno de los más dinámicos del mercado, “aguanta el tipo” a pesar de que el consumidor mide mucho sus gastos. “Es una línea de producto que encaja muy bien en el canal impulso, tanto como regalo añadido, como producto directo”, dicen fuentes del sector. Si a eso le añadimos un packaging atractivo y muchos minutos de publicidad en televisión, hay un porcentaje muy alto de venta.
Los diferentes tipos de formatos de cromos tienen en común que se coleccionan en archivadores o en cajas especiales. Algunos en álbumes, como los cromos de toda la vida, porque los cromos y Stickers se vinculan tanto al fútbol como a personajes de éxito de series infantiles.
Aunque hay muchas variantes, las piezas coleccionables se pueden adquirir, sobre todo, de cuatro posibles maneras:
Algunas estrategias asociadas con este mecanismo, para generar impulso y más ventas, pueden ser:
Organizar las conexiones como puzles o rompecabezas, de tal manera que unas piezas dependan de otras para completar partes del juego o la colección, y así incitar a la compra por impulso.
Para trabajar este molde te invitamos a hacerte estas preguntas pensando siempre en tu organización o proyecto de empresa:
Para ayudarte en la reflexión y el uso de este molde, inspírate en los siguientes ejemplos:
coleccionable de Jazz del mítico sello Blue Note
Preservativos en cajas coleccionables
cuando la escasez convierte al producto en coleccionable