Una innovación de éxito puede consistir en algo tan simple como descubrir una dosificación que sea ideal para las necesidades de determinados clientes. O sea que también en el volumen o el tamaño de lo que uno vende hay interesantes oportunidades para innovar.
Una aplicación interesante de esto es concebir dosificaciones óptimas para usos específicos que hagan más cómodo su consumo y manipulación en ciertos segmentos de consumidores.
Las dosis inteligentes contribuyen al desarrollo de “productos más cómodos de usar” en una sociedad donde el tiempo siempre escasea.
Este molde puede aplicarse a cualquier sector, con especial interés en cosmética, salud y alimentación. Las líneas maestras parecen ser: raciones pequeñas, pero también fáciles de preparar, sanas y con un toque gourmet.
La experta internacional Rosemarie Downey, asegura que existe una clara tendencia hacia el envase más pequeño. Lo explica así:
“el cambio hacia envases más pequeños ha demostrado ser un ganador absoluto en el crecimiento del volumen, ello con la estrategia de ofrecer el tamaño adecuado. Los refrigerios, el control de porciones y una mayor consciencia del consumidor hacia el consumo de azúcar son las tendencias más pertinentes en el sector de alimentos y las bebidas no alcohólicas. También a comprar en pequeñas cantidades, y con el apoyo de una serie de iniciativas gubernamentales que abordan las preocupaciones nacionales de salud, como el consumo de azúcar y la obesidad. La viabilidad financiera es otro factor que refuerza el éxito de la actual tendencia hacia un envase de tamaño más pequeño, y ello también es evidente en los sectores de belleza, de cuidado del hogar y de bebidas alcohólicas premium. Dentro del sector de alimentos, el impacto de los snacks y el control sobre las porciones es una tendencia que también va más allá de los snacks tradicionales de confitería, las galletas y la categoría de aperitivos salados, con una mayor variedad de productos que se venden como snacks y, a menudo, en un empaque de plástico rígido o flexible, donde lo más importante es la comodidad del consumidor, como se ha visto evidenciado en los recientes lanzamientos de productos”.
El capricho, la miniaturización y la falta de tiempo o ganas de cocinar también generan, según los estudios, una debilidad por los snacks, las conservas y otros productos para el picoteo. De ahí que una oferta equilibrada de comida sana, fresca o elaborada en dosis para una persona está ganando cada vez más terreno.
Sean monodosis o “dosis inteligentes”, los fabricantes buscan diseñar envases que ayuden al usuario a medir de un modo intuitivo lo que consumen en cada momento, repartiendo el contenido en porciones, sobre todo para productos que llevar este control es beneficioso.
Lo más atractivo es encontrar dosis que respondan al “fácil y cómodo”. El estilo de vida nómada y activo de los consumidores ha llevado a los fabricantes a adaptar sus envases a este tipo de necesidad, facilitando el consumo ‘on the go’, o sea, listo para consumir y fácil de transportar. De este modo, surgen nuevos envases más funcionales, dosis más pequeñas e incluso monodosis.
Se está observando la polarización y flexibilización de los formatos. Menor tamaño de los hogares y desestructuración de las comidas exigen envases que permitan el fraccionamiento o unidades de compra menores. Y la mejora de la portabilidad para atender a las exigencias de movilidad. Principalmente, la alimentación fuera del hogar.
Para trabajar este molde te invitamos a hacerte estas preguntas pensando siempre en tu organización o proyecto de empresa:
Para ayudarte en la reflexión y el uso de este molde, inspírate en los siguientes ejemplos:
el brik de medio litro de leche que apuesta por los singles
monodosis de botánicos para preparar combinados
la marca de refrescos se aprovecha del “rightsizing”