La información que aportan los productos y servicios constituye un bien cada vez más preciado por los clientes o usuarios a la hora de decidirse por una oferta u otra. Esto viene unido a las mayores exigencias de los consumidores para poder elegir con más criterio entre la abundante oferta disponible. Esto se explica también en el molde-6 de “Hazlo transparente”.
Cuando hablamos de “valorizar con información”, estamos refiriéndonos a esas situaciones en las que añadir capas de información a una oferta la hacen más valiosa a los ojos de sus usuarios o clientes. Esto quiere decir que, gracias a esa información añadida, están dispuestos a: (1) pagar más por esa oferta, o sea, un precio mayor, (2) comprar más volumen, (3) disfrutar de una experiencia de usuario más placentera.
O sea, no estamos hablando de aportar información como un derecho, que es lo que se hace desde la lógica de la transparencia, sino de concebirla como un plus para diferenciarse o un extra emocional.
Para conseguir eso, algunas empresas apuestan por el diseño de etiquetas voluminosas o el suministro de manuales de usuario con extensas descripciones y datos técnicos que solo abruman a los clientes. Ese no es el camino.
Así que aportar más cantidad de información es lo de menos, porque el verdadero desafío está en la calidad percibida por el cliente, tanto en el contenido como la forma que se transmite
Las oportunidades de innovación que encierra este molde están relacionadas con la capacidad de cambiar el modo en que la información sobre los productos o servicios se transmite al mercado-objetivo. Se trata de experimentar con soportes y formatos originales de información para aumentar la percepción de valor de un producto o servicio, para que sea:
La mayoría de las organizaciones (incluidas las empresas y la Administración Pública) fallan en su esfuerzo de visualizar o tangibilizar los beneficios que ofrecen. En esa carencia hay una gran oportunidad de innovación usando este molde, para que los clientes o usuarios sean más conscientes del “plus” de valor que reciben. Por otra parte, hay que romper la sensación de “caja negra” que muchos productos o servicios generan.
Está claro que existen muchos clientes dispuestos a pagar más por mejor información. No solo por motivos de transparencia, sino porque una información bien comunicada aumenta la percepción de calidad: mientras más aprendes y conoces del servicio que adquieres, más factores de fidelización activas al consumirlo.
Otra opción muy interesante es utilizar productos y servicios de otros, pero valorizarlos con servicios de información que aporten un valor añadido. Esto es muy común en el diseño de servicios-web que combinan contenidos de unos sitios con bases de datos de otros, utilizando aplicaciones mashups. Por ejemplo, si tienes acceso a bases de datos, puedes enriquecer mucho un servicio añadiendo información georreferenciada.
La “Realidad Aumentada”, que es el molde-27 de InnoBox, es una de las estrategias que se pueden seguir para valorar con información, porque una de sus aplicaciones es precisamente añadir una capa digital a la información de base.
Para trabajar este molde te invitamos a hacerte estas preguntas pensando siempre en tu organización o proyecto:
Para ayudarte en la reflexión y el uso de este molde, inspírate en los siguientes ejemplos:
dotando al paisaje de más significado
paneles informativos que hacen la diferencia
trazabilidad que hace el producto singular
datos que conciencian
cuando te enteras de lo que cuesta un ingreso
lo que hay detrás de lo que ves