Este molde explora opciones para convertir un producto o servicio aparentemente estándar o masificados en algo que sea percibido como un “Delicatessen”, como algo tan singular que merezca un precio muy superior a la media de su categoría.
Este tipo de innovaciones apelan a la metáfora de la “Boutique” o del “Gourmet”, y por lo tanto huyen de la lógica que acompaña al “producto industrial” para generar la sensación de producto-exclusivo o pretendidamente exclusivo.
Quien compra productos/servicios “gourmetizados” tiene la sensación de que adquiere algo realmente diferente, y está dispuesto a pagar por ello.
Estamos hablando, en definitiva, de productos de lujo que llevan acompañado un marketing elitista que funciona bien para el tipo de clientes que busca (y puede pagar) la exclusividad.
También hay un deseo de personalizar, de tratar al cliente por su nombre y no como un número. Obviamente, para conseguir ese efecto no podrá ser el mismo producto/servicio estándar, sino que exigirá muchos cambios desde su diseño o apariencia propiamente dicha, hasta el envase, la forma de comunicarlo y la emoción que se le pueda añadir, así como la excelencia del servicio que le acompañe.
Para trabajar este molde te invitamos a hacerte estas preguntas pensando siempre en tu organización o proyecto de empresa:
Para ayudarte en la reflexión y el uso de este molde, inspírate en los siguientes ejemplos:
el café “bombonizado”
patatas fritas gourmet con un ingrediente singular
llegan las aguas de lujo y tienen su clientela
gourmetización con oro de productos gastronómicos
el churro también quiere ser Premium