The Artist, conocida como “El Artista” en Hispanoamérica, es una película francesa, de drama y comedia romántica, en el estilo de una película muda en blanco y negro. Escrita y dirigida por Michel Hazanavicius, está protagonizada por Jean Dujardin y Bérénice Bejo. La historia toma lugar en Hollywood, entre 1927 y 1932, y está enfocada en la relación de una vieja estrella del cine mudo y una exitosa actriz joven, cuando el cine mudo pasó de moda y fue reemplazado por el cine sonoro.
El artista recibió elogios unánimes de los críticos y ganó numerosos premios. Fue nominada para diez premios Óscar y ganó cinco, incluyendo mejor película, mejor director para Hazanavicius, y mejor actor para Dujardin. Es la primera película muda en ganar como mejor película desde Alas (1927).
The Artist no fue la primera película que contó el drama que supuso que se empezara a escuchar a los actores y la decadencia del cine mudo; pero sí la primera que lo hizo sin sonido, más de 80 años después. Y hacer una cinta muda en la época del 3D -y en blanco y negro- es de valientes, o más bien de osados.
Pero esa osadía, o “anacronismo», como reconoce el propio director, se convierte en una auténtica delicia digna de disfrutar en pantalla grande. Solo se echa de menos a la orquesta tocando en vivo a pie de pantalla, aunque la música de Ludovic Bource la acompaña magistralmente y otorga la fuerza narrativa que no da la palabra hablada. Los clásicos carteles con los diálogos de los actores se reducen casi a la mínima expresión, y tampoco se echan en falta más.
La ausencia de sonido supone un esfuerzo interpretativo añadido y eso lo disfrutan los espectadores. El trabajo de los actores es espléndido, y el formato del film permite que se disfrute aun más. El vestuario, la caracterización de los personajes y la fotografía son sobresalientes.
La experiencia de esta película tiene similitudes a una actuación de mimos. Se anula el sentido de la escucha para potenciar el de la vista, y las emociones.
Fuente: RTVE.es