La sopa es uno de los platos más consumidos en España. Con la llegada del frío, los platos calientes toman protagonismo en nuestras mesas. Entre ellos, puede destacar en muchos hogares la sopa, un alimento universal y muy versátil.
La sopa es un alimento tradicionalmente asociado al invierno, sin embargo, podemos tomarla todo el año. La estacionalidad de los diversos ingredientes nos permite elaborar sopas sabrosas y variadas, aprovechando lo mejor de cada temporada.
En el año 2000 se lanzó el primer caldo de sopa en envase brik, que supuso una revolución dentro de la categoría. El Consomé de Gallina Blanca fue el primer caldo en brik con una receta elaborada exclusivamente para tomar bebido. Sólo era necesario calentar y ¡listo para beber! Y se promovió como un primer plato, o como tentempié para cualquier momento del día. Se trataba de un “caldo bebible”, en un envase individual microondable para consumo fácil. El nuevo envase perseguía el objetivo de “liberar la sopa del plato”, sacando la sopa del tradicional contexto de la mesa familiar, para llevarla al TV, la calle o el trabajo. O sea, que se pueda beber en cualquier sitio.
De la sopa, se pasó a la ensalada, también bajo la marca Bb. Como la mayor parte de los productos preparados, “Bb Ensalada para Beber” estaba especialmente pensado para un público urbano y activo, que se preocupa por mantener una alimentación saludable. Gracias a su formato, el consumidor puede disfrutar de su Bb directamente desde el recipiente, en cualquier lugar y a cualquier hora del día, siendo ideal como entrante, cena ligera o tentempié tanto dentro como fuera del hogar. Gallina Blanca lanzó este producto en tres sabores diferentes: Tomate con albahaca, Tomate con queso fresco y Espárragos con aceite de oliva.