En el molde-22 “Con arte” se explican las ventajas de usar el arte como fuente de innovación para añadir valor a productos y servicios. Este molde tiene puntos en común con aquel pero añadiendo al arte cualquier capacidad de mejora estética de la oferta a través de las oportunidades que encierra el diseño.
El juego que te proponemos es buscar productos que habitualmente son feos, o “grises”, y darles un vuelco estético para hacerlos bellos
Estamos hablando de cambiar reglas de juego en los criterios de compra habituales de un producto. Nos referimos a aquellos casos en que la apariencia externa suele ser un dato irrelevante a la hora de adquirir un producto, porque el cliente solo se ha fijado hasta ese momento en parámetros técnicos o da por hecho que el producto en cuestión tiene que ser “gris”, sin una gracia o atractivo estético que lo haga apetecible.
Como bien es sabido, la contribución del diseño a la innovación de productos es tanto estética como funcional. Las dos dimensiones son importantes. Pero en este molde queremos poner el foco sólo en la primera aportación, en la idea de que el diseño y el arte pueden convertir a un producto en algo que apetezca tener, usar y mostrar a los demás.
La belleza que aporta un buen diseño puede enfatizar la función del producto y redefinir la relación que éste tiene con el usuario porque introduce emociones y una sensación de identificación personal que hace al producto diferente a los demás de su categoría.
Para trabajar este molde te invitamos a hacerte estas preguntas pensando siempre en tu organización o proyecto de empresa:
Para ayudarte en la reflexión y el uso de este molde, inspírate en los siguientes ejemplos:
diseño y colores para alegrar el baño
bricolaje con glamour
embelleciendo el espacio público
murales artísticos para decorar
cuando el ordenador dejó de ser un producto gris
¿y por qué tienen que ser feos?