Slow Walking es una agencia de viajes poco convencional, ubicada en San Sebastián, que propone viajar caminando de una manera diferente y respetuosa. Para ello aplica la filosofía que lleva su nombre. Todos los viajes que organiza son caminando. Pueden añadir una furgoneta o transporte para llevar el equipamiento de apoyo, pero los viajeros van caminando.
Su propuesta es viajar “leyendo el paisaje, charlando con las gentes que se cruzan en el camino, alojándose en negocios locales, consumiendo productos de la tierra y participando de su cultura gastronómica”, huyendo de las prisas por consumir sitios, lugares y monumentos.
Con esta filosofía, los servicios que se consumen a lo largo del recorrido se han escogido para que aporten valor añadido al viaje y al viajero. Además, todos los proveedores han sido cuidadosamente seleccionados atendiendo a sus compromisos con la sostenibilidad.
Según se definen, son “un equipo de artesanos del turismo de naturaleza”. Además, son especialistas en territorio: la actividad que han trabajado desde el año 1983 ha estado íntegramente ligada al territorio. Además de ser senderistas, realizan trabajos técnicos sobre senderismo y análisis de los territorios.