Lean Startup, según la Wikipedia, es una metodología para desarrollar negocios y productos. La metodología apunta a acortar los ciclos de desarrollo de productos adoptando una combinación de experimentación impulsada por hipótesis para medir el progreso, lanzamientos de productos iterativos para ganar valiosa retroalimentación de los clientes, y aprendizaje validado para medir cuánto se ha aprendido.
La hipótesis central de la metodología Lean Startup es que si las compañías startups invierten su tiempo en productos o servicios de construcción iterativa para satisfacer las necesidades de los primeros clientes, pueden reducir los riesgos de mercado y evitar la necesidad de grandes cantidades de financiación inicial o grandes gastos para lanzar un producto.
El método Lean Startup es un enfoque de negocio perfeccionado por Eric Ries en su libro The Lean Startup, y que pretende cambiar y mejorar la forma en la que las empresas crean y desarrollan su modelo de negocio, sus productos y sus servicios. Nace al calor de las necesidades reales que los startups han visto creadas en los últimos tiempos y se basa tanto en el aprendizaje como en la experimentación, en busca de acortar los tiempos de producción e identificar aquello que es realmente «valioso» para los clientes.
En definitiva, Lean Startup es un método iterativo que avanza en el diseño del producto a través de ciclos en los que se va refinando el concepto y cambiando el enfoque si el planteamiento inicial no acaba de funcionar. Haciendo un resumen muy simplificado, la metodología ha popularizado tres conceptos y prácticas esenciales como las siguientes: