Cuando en este molde se recomienda “crear colecciones”, hacemos referencia a dos enfoques distintos. Uno más directo y deliberado, cuando creamos expresamente una colección para que el cliente la complete con todos sus elementos. La mayoría de los ejemplos que propone InnoBox son de este tipo. Sin embargo, no debe obviarse una forma alternativa de “crear colecciones”, y que es más sutil.
Se trata del lanzamiento de “ediciones limitadas” de un determinado producto. En el momento que hacemos esto, anunciando que se trata de una gama limitada en el número de unidades o en el tiempo que va a estar disponible, hacemos ese producto un bien escaso, con lo que (si la marca es potente y con muchos fans) se podría convertir en un objeto de coleccionismo, aunque no se haya presentado así.
De hecho, las “ediciones limitadas”, a veces, se presentan directamente como “ediciones de/para coleccionistas” buscando precisamente ese efecto sin disimulo. Esto se da mucho en productos edición limitada, y variantes tales como edición de lujo o edición de coleccionista, se utilizan como los libros, obras gráficas, videojuegos o música y películas, pero ahora la gama se amplía a automóviles, vinos y bebidas de todo tipo.
Conocemos muchos casos de este tipo, cuya estrategia de marketing ha sido reforzar la imagen premium de la marca, pero también generar ese “efecto coleccionista” que impulse las ventas. Aquí tienes dos ejemplos: