El mercado del libro está experimentando transformaciones importantes que afectan a toda la cadena de producción editorial, lo que produce cambios de posición y de funciones en las tareas tradicionales de autoría, intermediación y distribución.
Mientras que en el modelo tradicional la publicación pasa necesariamente por la figura del editor, que es quien concede crédito y visibilidad a una obra; con la expansión masiva de Internet, los autores pueden apostar por canales alternativos para la publicación de sus libros, bien sea dirigiéndose directamente a un distribuidor digital o autoeditándose a través de un sitio web personal.
El impacto de Amazon, que es a todos los efectos un re-intermediador omnipresente, se visibiliza no sólo en su rol de progresivo sustituidor de las librerías como la red minorista de venta de libros de toda la vida; sino también como “editorial” en sí misma por la posibilidad de comercializar títulos autoeditados en formatos e-books.
Este fenómeno se reproduce en muchos otros ámbitos de las industrias culturales como el de la música, la fotografía, el diseño, y las artes en general.