¿Para que cosas sería posible usar una “varita mágica”, además de para un show de magia? Pues sí, hay otros usos sorprendentes. Veamos.
En 2011, The Wand Company lanzó una varita mágica llamada «Kymera» que permite, sin botones, controlar la TV. Funciona de forma similar que el control del Nintendo Wii, es decir, contiene acelerómetros que interpretan los movimientos de la mano para realizar alguna acción.
Basta con dirigir la varita hacia arriba o abajo para cambiar de canal y girar hacia un lado o el otro la muñeca para subir o bajar el volumen. Incluso los fanáticos de Harry Potter podrán inventar sus propias palabras mágicas e impresionar a sus amigos al controlar la tele, ¿qué tal un «audius fortus» para subir el volumen de la TV?
Este control remoto de TV con forma de varita mágica tiene 13 gestos diferentes para hacer de todo, desde encender y apagar la TV a cambiar el volumen o el canal. Sin embargo, no debe confundirse con un mando universal, ya que no es capaz de sustituir a todos los mandos de la casa.
La varita mágica no tiene ningún botón: su funcionamiento se basa en sensores de movimiento. Detecta hasta 13 movimientos diferentes, y cada uno de ellos puede asociarse a diferentes funciones de control remoto. A diferencia de un mando clásico, deberemos aprender cómo mover la varita para que nos obedezca correctamente, y también habrá que «educarla», enseñándole qué funciones realizar con cada gesto.
Para darle lecciones a la varita, hay que sostenerla en vertical y darle un pequeño toque en su parte central. Notaremos entonces las 4 vibraciones que indican que está en «modo aprendizaje». Lentamente, colocaremos la varita en posición horizontal y apuntando hacia el mando distancia convencional al que queremos asociarla (ya sea el de la tele, la minicadena, el aire acondicionado…). En ese momento haremos con la varita el gesto que queremos que quede asociado a ese mando en concreto.
Una vez que la varita ha aprendido, giraremos lentamente la muñeca para que mire hacia el suelo y le daremos un toque en su parte lateral. La varita vibrará rápidamente 4 veces para confirmar que ha salido del «modo aprendizaje» y que está lista para funcionar.
Con un movimiento de muñeca y un poco de práctica seremos los magos del salón, cambiando canales, controlando nuestro equipo de música, regulando la temperatura de la habitación… Cuando nos cansemos, bastará dejar la varita inactiva un minuto y se apagará. Para nuevos hechizos solo hará falta cogerla de nuevo y se encenderá automáticamente.
Wand Kymera se presenta en una exótica caja con su interior forrado en brocado de seda china, dragones dorados bordados sobre fondo rojo.
Hoy se encuentran numerosos productos similares en el mercado que funcionan de manera parecida pero cuando salió este, fue un ejemplo de uso sorprendente que generó un gran “efecto wow”.
Por si quieres saber más, Xataka lo cuenta mejor en este artículo.