Nokia compartió, en 2013, archivos de diseño que permitirían a los clientes usar impresoras 3D para crear sus propias carcasas para sus teléfonos Lumia. Lo que hizo el fabricante de teléfonos fue publicar archivos que contenían los dibujos mecánicos, medidas de las carcasas y materiales recomendados.
Utilizando esos archivos, los usuarios podían crear un estuche de diseño personalizado para el teléfono Lumia 820, lo que convirtió a Nokia en una de las primeras grandes empresas de electrónica en respaldar seriamente la impresión 3D.
Téngase en cuenta que imprimir en 3D implica enviar un archivo de diseño a una impresora que luego forma una versión sólida de ese objeto al construirlo lentamente en capas de plástico. Las primeras impresoras 3D solo podían funcionar en un color, pero las actuales versiones pueden producir objetos complejos y multicolores.
Nokia anunció, en ese momento, que lanzaba lo que llamó un «kit de desarrollo de impresión 3D» para ayudar a las personas interesadas a producir esas carcasas, dejando los archivos necesarios en el sitio que tenía la firma para sus desarrolladores. Para obtener los archivos, los usuarios debían haberse registrado previamente en Nokia. La compañía dijo que la impresión 3D era otra forma de potenciar enlaces con su vasta comunidad de ingenieros de software y hardware.
Dentro de esa lógica, la dirección de Nokia aventuró la posibilidad de que, en el futuro, la impresión 3D produzca teléfonos que sean «mucho más modulares y personalizables». Incluso se llegó a hablar de que Nokia podría terminar vendiendo “una plantilla de teléfono”, permitiendo a empresarios y clientes avanzados a usarla para producir teléfonos que satisfagan sus necesidades particulares. Lo explicaba así: «¿Desea un teléfono resistente al agua que brille en la oscuridad con un abrebotellas y un cargador solar? Alguien puede construirlo para usted, o puede imprimirlo usted mismo».
Fuente: BBC.com