El sector de la cosmética ha sido uno de los pioneros en combinar una sensibilidad medioambiental con el desarrollo de productos elaborados a partir de materias primas extraídas de la naturaleza en sustitución de los de origen químico. En la actualidad este factor se ha convertido en un elemento clave para la competitividad, y una fuente de oportunidades para un posicionamiento ventajoso en el mercado.
Empresas como The Body Shop, que fue la pionera, Aloe Shop, Bottega Verde, Weleda, entre otras, son algunas de las marcas que han sabido aprovechar el tirón que “lo saludable” tiene en el mundo de la cosmética, aunque cada vez aparecen actores nuevos que actualizan el concepto con una propuesta más integral.
Según explica la revista Telva, se expande el número de marcas de belleza que ofrecen productos veganos, orgánicos o ecológicos. Según Eva Raya, cosmetóloga y co-creadora de la firma de cosmética natural, Alice in Beautyland, este boom se explica «como contrapunto a los excesos del pasado (…) así que no es de extrañar que haya nacido una nueva preocupación: la de consumir cosmética con sellos verdes, cruelty free, apto para veganos, comercio justo, etc. En este escenario, son muchas las marcas que están empleando ingredientes naturales o ecológicos, locales y, por supuesto, que están investigando y aplicando nuevas técnicas de producción más sostenibles«.
Según la misma fuente, la definición de cosmética natural es compleja y muy amplia. Al principio se utilizó para describir productos hechos con ingredientes que provenían de la naturaleza. Pero con el creciente interés del público por el mundo eco, han sido muchas las marcas que han aplicado el concepto «cosmética natural» a sus productos, independientemente del porcentaje de ingredientes naturales que contengan. La “cosmética ecológica” (también llamada biológica u orgánica) sí tiene cumple un porcentaje mínimo exigido de ingredientes naturales, además estos no han sido genéticamente modificados, y se han cultivado sin pesticidas, fungicidas, etc. La cosmética orgánica o ecológica suele estar avalada por sellos oficiales como Ecocert, Bio, Natrue, BDIH… Por otra parte, la “cosmética vegana” es la que no contiene ingredientes procedentes de animales ni productos generados por ellos como la leche o la miel.
Estas son algunas de las características de la llamada cosmética natural: