En 2006, la prensa española se hizo eco de esta noticia. El invento, que fue patentado a nivel mundial, era un nuevo sistema de oscurecimiento de ventanas a través de un líquido depositado en su interior, que sustituiría a las tradicionales persianas. Este método, llamado SOF (sistema de oscurecimiento por fluidos), fue desarrollado por dos jóvenes ingenieros valencianos, David Muñoz y Daniel Matoses, que trabajaron un año y medio en este proyecto, invirtiendo en él unos 12 mil euros.
¿Persianas que funcionan por fluidos? Pues sí, un líquido, que es un tipo de material que a nadie se le ocurría asociar con una persiana. Para su funcionamiento, el usuario sólo debe apretar un botón y, en ese momento, un líquido de condiciones especiales comienza a llenar el interior del cristal desde su parte inferior hasta la altura que deseemos o en su totalidad, evitando así que la luz entre en la habitación y dejándola a oscuras, además de ser un buen aislante térmico y acústico.
Según los propios autores del invento, «este nuevo proyecto es un sistema alternativo a las persianas de toda la vida, cumpliendo la misma función, pero abriéndonos a un abanico mucho más amplio de posibilidades«. Además, aseguraron que «con este nuevo sistema el usuario se puede ahorrar la instalación de las correas y los cajones de la persiana en el techo, ya que puede ir incluso dentro del marco de la ventana«. Varias empresas mundiales, una de Estados Unidos, otra de Italia y otra de Alemania, mostraron interés de adquirir la patente para explotar la invención.
Asimismo, puntualizaron que gracias al proyecto SOF, destinado también a fachadas de edificios de oficinas, se puede incluso jugar con el color de la propia fachada para crear ventanas con el logotipo de una empresa.
Fuente: El País