El concepto de “artesanía” es perfectamente aplicable a los servicios de consultoría. Un ejemplo puede ser #REDCA, una red de consultores que intentan prestar servicios siguiendo pautas parecidas a las seguidas por los artesanos.
Estos consultores entienden su trabajo como un oficio en el que, además, intentan pasárselo bien ejerciéndolo. Asimismo, abogan por una consultoría destinada a solucionar problemas concretos y a mejorar las organizaciones que quieren adaptarse a su entorno y a las necesidades de los equipos y personas que trabajan en ellas.
Su rasgo particular no estriba en lo que hacen, sino en cómo lo hacen. Algunos de los valores que esta red reconoce, como modelo de trabajo, en su Declaración de Consultoría Artesana, son:
- Franqueza Trabajar con personas en el mismo plano de colaboración nos facilita decir que no cuando por ética o viabilidad el proyecto no nos convence. Además, nos permite advertir mejor el error en la ejecución de cualquier proyecto.
- Pragmatismo que permite conciliar la vocación por el trabajo bien hecho con las circunstancias y requerimientos de cada proyecto, de manera que el mejor logro sea, también, el logro posible.
- Simplicidad que nos aporta concreción y capacidad de reacción. Articulamos cualquier estrategia a largo plazo mediante aproximaciones sucesivas que facilitan el conocimiento progresivo y mutuo con las personas con las que trabajamos.
- Sobriedad en infraestructuras y recursos, compromiso con el open source y con el conocimiento libre.
- Re(d)lación de confianza y perdurable que surge de trabajar con personas e implica establecer relaciones más allá de las contractuales del proyecto. En definitiva, incorporar a esas personas a nuestra red.